Se refiere al nivel de exactitud, coherencia, integridad, confiabilidad y pertinencia de la información que una organización recopila, almacena y utiliza en un contexto determinado.
Contar con datos de alta calidad es esencial para tomar decisiones fundamentadas, realizar análisis precisos y diseñar estrategias efectivas. Además, estos datos son clave para el correcto funcionamiento de tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial y el Internet de las cosas (IoT).
La calidad de los datos impacta directamente en la eficiencia operativa, ya que proporciona a los distintos departamentos la información exacta necesaria para tareas diarias como la gestión de inventarios y el procesamiento de pedidos.